Adentro la imagen se habita, la duración se extiende en el presente como ficción.
Afuera me encuentro mirando de lejos o quizás cerca, casi palpando la imagen. La mirada se busca a si misma pero no se encuentra sino en su proyección, identificándose con un personaje, con un color, un pixel, o un error.
“El cine es la fotografía en movimiento; pero la fotografía era ya, desde el principio el cine en suspenso”
(David Oubiña, 2003)